Hoy tuve la fantasía de verte. Vi tu cabeza canosa, una silueta lateral y parecía tan tuya que acorté mi paso para vivir mi fantasía.
Me quedé quieta, imaginando cómo sería correr y abrazarte. Parecías tan tú que tuve ganas de tocar la piel de tus brazos y tus resecas manos.
Un desconocido que se parece a ti te trajo de vuelta, y caminaba y caminabas tú y yo te seguía despacio para alargar el momento. Un giro rápido me trajo de vuelta y toda semejanza se convirtió en diferencia. Lloré por dentro y por fuera, por ti, por el momento, por aquella semblanza, por aquel desconocido que nunca serías.
Justamente hace unas horas me acaba de suceder algo muy similar… creía tenerle precisamente al alcance de la vista, hasta que como bien describes, un repentino giro terminó desmoronándolo todo. Más, aun sabiendo lo incierto y absurdo de aquel suceso me voltee nuevamente aferrándome a lo imposible y contemplando desde la ternura de unas lágrimas que me hacían estremecer desde lo profundo, el rostro de ese ser desconocido que me recordaba inmensamente a una amiga… de la cual detallo en una de mis huellas ahí, a la orilla de mi mar: http://alaorilladelmaar.blogspot.com/2014/11/luz-en-ruso.html. Me ha gustado muchísimo tu artículo… escribe muy bonito… saludos, que tengas buen día.
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Adanys estas experiencias nos unen a los que ya no están. Vuelven a nuestro mundo por pocos segundos, como una ilusión. De alguna manera somos bendecidos porque entre lágrimas, vivimos esta alegría. Gracias por pasar por mi jardín. Un abrazo
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Josy, qué conmovedor!! ¿ya te dije que eres una de las personas más buenas que conozco? Un abrazo
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Sí, me escribes, me lo dices con los ojitos aguados. Créeme que te falta mucha gente por conocer…que Dios te las ponga siempre en tu camino.
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Me encantó este post…será porque eso que describes me ha sucedido tantas veces, y es lindo y doloroso a la vez, algunas veces me tropiezo con alguien que se asemeja a algun ser querido que perdí, y por momentos me imagino que es esa persona y siento como sería estar viendole otra vez, a veces pienso si estoy loca, pero me reconforta encontrarme de vez en cuando por las calles a desconocidos que me regalan esos reencuentros…. desde ya me suscribo a tu blog… saludosss!!!!
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¿No te parece que es un sentimiento como el amor? Nos trae alegria y angustia a la vez. Y es que encontrar a alguien que pudiese ser la persona que perdiste nos recuerda lo absurdo de las circunstancias, la impotencia de no poder controlar la realidad. Te regalo una rosa de mi jardin. Gracias por tu comentario.
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he bajado desgarrada, como dices bien, por dentro y por fuera, de los autobuses creyendo que quien se me perdía entre la multitud y dejaba detrás el camino era mi hermano, lo he visto cientos de veces entre la gente, lo he seguido, a el y a su sombra quedamente, solo retardando el momento para reaccionar que eso no era posible, un beso. me has llegado al alma,
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Imagino tu pesar. Es duro y tan incomprensible que la existencia de una persona sea algo tan efímero. La próxima vez trataré de llegar a tu alma pero con alegrías!!!
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